
Quizás una de las bebidas envejecidas más populares junto con el vino es el whisky y una destilería con solera, Ardbeg, decidió llevar hace tres años este esencial paso en el proceso de elaboración del apreciado licor al espacio. Y no es ninguna broma, ni se trata de una campaña de marketing, ni una historia pensada para hacerse viral; es de principio a fin un experimento científico.
En octubre de 2011 concretamente fue cuando partió desde la Tierra rumbo a la Estación Espacial Internacional un cohete Soyuz cargado con suministros, materiales y diversos experimentos entre los que se encontraban unos viales repletos de una clase de compuestos derivados del whisky llamados terpenos y roble carbonizado.
El objetivo del experimento, llevado a cabo por la compañía de investigación espacial NanoRacks, no es otro que analizar cómo la microgravedad o gravedad cero puede influir en el proceso de maduración del alcohol.
La investigación ha entrado en su fase final con la llegada a la Tierra el pasado viernes de los viales con whisky, tras más de un millar de días orbitando, que serán transportados desde Kazajistán, desde donde partieron y ahora han llegado, hasta Houston donde serán comparados con muestras idénticas que nunca salieron de nuestro planeta.
Como dijo a los medios Bill Lumsden, director de la destilería y creación del whisky:
Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para el whisky.
Las conclusiones sobre el estudio pronto las sabremos.
Wow el escoses ya se apodero del espacio exterior.