
Aquellos tiempos en los que el whisky reinaba en las barras se terminaron, los años en los que las bebidas contundentes eran tendencia y las más agradables y suaves al paladar era vistas con desprecio acabaron.
Y pese a que en la actualidad el whisky goza de buena salud, atravesamos un momento en el que la ginebra, el vodka o el ron han conquistado a jóvenes y adultos y los destiladores de whisky se ponen las pilas lanzando referencias sumamente singulares y reinvenciones más o menos novedosas como los whiskies con miel.
Tal vez el ejemplo más papable y notorio de este intento por volver con fuerza a las copas es la presentación del J&B Urban Honey que estas últimas semanas viene realizando Diageo. Se trata de una mezcla del clásico escocés J&B, tan ampliamente conocido en España, con miel procedente de abejas de colmenas urbanas.
Otra de las marcas pioneras en salirse del puro y duro whisky para abrir mercado y convencer a paladares no demasiados habituados a la intensidad del clásico destilado fue la irlandesa Bushmills con su Irish Honey, infusionado en miel, Dewar's con Highlander Honey, mezcla de más de cuarenta whiskies de las tierras altas con miel, o Jack Daniel's con su Tennessee Honey, elaborado según la receta de su famoso No. 7 al que más tarde se le añade la miel.
¿Conseguirán el objetivo de abrir un nuevo mercado? ¿Conquistarán a nuevos paladares? ¿Gustarán a los más reticentes al whisky? El tiempo lo dirá pero, de momento, los whiskies de sabores están experimentando crecimientos muy destacables tanto en Europa como en Estados Unidos.