
No vamos a negarlo: la mayoría de nuestros whiskies preferidos, pese a estar elaborados en destilerías centenarias que apenas han variado sus métodos de producción desde que se abrieron, no podríamos calificarlos como totalmente artesanales si hilamos extremadamente fino.
Diageo, propietaria de emblemáticas y reconocidas marcas como Lagavulin, Talisker, Buchanan's o Bushmills, sabe bien esto y por ello se ha embarcado en un proyecto que seguramente le reportará importantes satisfacciones: The Orphan Barrel Whiskey Distilling Company.
Esta es una compañía de bebidas alcohólicas producidas artesanalmente, en antiguas destilerías propiedad de la multinacional, que aspira a convertirse en el destilador artesanal número uno de América del Norte. La británica, que todavía se encuentra preparando el lanzamiento del proyecto para la próxima primavera, ha dado a conocer como anticipo sus dos primeros whiskies: Barterhouse, un whisky de 20 años, y Blowhard, uno de 26.
Ambos whiskies, tanto el Barterhouse como el Blowhard, fueron encontrados en las instalaciones de la destilería Stitzel-Weller, en Louisville, Kentucky. A ellos, a lo largo del año, se unirán otras referencias encontradas en antiguos almacenes propiedad de la compañía que se embotellarán en la planta de Tullahoma, Tennessee, donde The Orphan Barrel Whiskey Distilling Company tendrá su sede.