
La destilería de Laphroaig arrastra una gran tradición, ya que en en la isla de Islay, donde se sitúa, se destila desde mucho tiempo atrás. La fama de esta casa fue notoria incluso en Estados Unidos durante la famosa ley seca.
El Reserva 10 Años se destila con el agua del Kilbride Dam, dando lugar a la característica turba del whisky y a su color. Este single malt es uno de los cinco más vendidos del mundo.
En nariz es intenso, con los aromas característicos de los whiskies Islay. En boca, tenemos una nota de Jerez con un sabor turboso y ahumado. El final es seco y cálido.
El Laphroaig Reserva 10 Años tiene un embotellado clásico, con una capacidad de 70 centilitros. La graduación alcohólica de este whisky es del 40%.